28 de marzo de 2024
Diplomacy is Not an Option

Primeras impresiones de Diplomacy is Not an Option – Versión de PC (Steam)

Diplomacy is Not an Option – La rebelión del pueblo

Parece ser que dentro del género de estrategia en tiempo real está habiendo un pequeño sub-género ya de juegos en los que, básicamente, toca defendernos de diferentes oleadas. El primero que probé fue They are Billions, una genial propuesta con zombies, hace poco Age of Darkness: Last Stand, otro título excelente con criaturas del inframundo, y ahora es el turno de Diplomacy is Not an Option de Door 407, donde se enfrenta de manera constante a la realeza y al pueblo. En Diplomacy is Not an Option vamos a tener que repeler oleadas continuas de campesinos cabreados con nuestro gobierno, pero, aunque parezca todo muy realista, también cuenta con un poco de fantasía y humor. Si queréis saber que nos espera en este título, no os perdáis nuestras primeras impresiones de Diplomacy is Not an Option.

Campaña o supervivencia

Diplomacy is Not an Option cuenta actualmente con 2 modos de juego principalmente, un modo campaña y otro de supervivencia infinita, lo cual ya para empezar con un acceso anticipado vamos bien, o al menos suficiente para hacernos una buena idea. El modo campaña actualmente está en creación, por lo que puedo deciros principalmente que parece ser grande por su mapa, y que ofrecerá cosas interesantes como un cambio de bando y ponernos de parte del pueblo.

Las misiones se basan generalmente en aguantar una cierta cantidad de oleadas, pero con pequeños modificadores iniciales como son el número de unidades y alguna unidad especial, o lo que nos rodea, en especial si según nuestras decisiones vamos a ir por parte del rey o por parte del pueblo. La dificultad la podemos escoger antes de cada inicio de la misión, pero cabe destacar que es un título especialmente difícil por defecto y que tendremos que practicar un poco de inicio.

En el modo supervivencia podemos escoger diferentes dificultades que van de menos a más, hasta el punto que podemos vivir en un auténtico infierno de oleadas o bien dedicar una vida tranquila centrada en la construcción sin enfrentarnos a ninguna oleada. Algo que sirve para practicar a fondo, o simplemente pasar una tarde relajada construyendo la ciudad de nuestros sueños.

Construyendo y recolectando

Como todo buen juego de estrategia en tiempo real vamos a tener una parte de gestión de recursos y otra de gestión militar, las cuales se combinan casi a la perfección. Por el lado de los recursos tenemos que manejar principalmente la comida y nuestros habitantes, ya que sin ellos no podremos hacer nada, para ello tendremos que hacer casas, granjas, puestos de recolección de bayas… No hay mucho que hacer en este sentido y es básico, pero es lo esencial.

Lo complicado viene en cuanto empiezas a construir los edificios de extracción de recursos de construcción, y es que estos se agotan y acaban escaseando, especialmente en partidas extremadamente largas. No hay muchos como tal: madera, piedra y hierro principalmente, con el oro y los cristales del alma aparte, como recurso avanzado. Los 3 primeros los obtendremos de explotaciones naturales, aunque también explorando el mapa en busca de campamentos con carruajes que tengan unos cuantos recursos. Los cristales los obtendremos a base de eliminar a nuestros enemigos por el mapa, y el oro mediante el intercambio de recursos.

Como podéis observar, no es un juego que se complique mucho en este sentido, pero sí que requiere estar atento para cuando una explotación se haya acabado, construir y pasar a la siguiente zona, así como defender esta de los enemigos. Es relativamente fácil obtener los recursos, lo difícil es mantenerlos.

Esperando al ataque o tomar la ofensiva

Si hablamos del control de unidades, ataque y defensa, confieso que también es bastante simple en cuanto a los controles, no complica al usuario más allá de aprender qué unidades usar y en qué orden moverlas, siendo quizá lo más importante. Contamos con unidades clásicas en distintas categorías: cuerpo a cuerpo, distancia, y unidades de asedio.

Obviamente necesitaremos un cuartel o un gremio de ingenieros para construir estas unidades, y algunas de ellas son simplemente versiones avanzadas, pero hay algunas unidades como los magos, que sirven de apoyo, otras más centradas en destruir a distancia como las catapultas, y algunas incluso de exploración como los jinetes. No hay estadísticas directamente sobre las unidades, por lo que tendremos que averiguar cuál funciona mejor contra otras. Las órdenes que podemos darles son las típicas de movimiento en ofensiva, defender el punto o patrullar, exceptuando algunas unidades con órdenes propias.

Para mejorar estas unidades también contamos con el tablero de investigación del ayuntamiento, que además de otorgar bonificaciones a distintas estructuras, también mejora las unidades de buena manera.

En cuanto a la defensa, confieso que me faltan algunas estructuras más que sean automatizadas, especialmente tras haber jugado otros RTS. Aquí tenemos más bien poca cosa: muros, puertas, torres y fuertes desde los que disparar. Todas a las que pueden acceder unidades, son a distancia, las cuales pienso que acaban muy favorecidas en cuanto a defensa, pues están casi siempre bien defendidas en estructuras.

Observando al enemigo

Los enemigos tengo que confesar que no son excesivamente listos por ahora, teniendo la clásica IA que favorece el ir a por edificios antes que a por unidades, por lo que se le puede engañar fácilmente. Eso sí, no quita que el juego realmente sea difícil y tengas que hacer varias cosas para poder enfrentar a cada oleada. Y es que hay un truco genial para evitar morir en la última oleada: destruir los campamentos primero. Además, los cristales del alma que encontramos en los campamentos nos servirán para invocar unidades especiales y usar ciertos hechizos que nos ayudarán en combate, por lo que siempre viene bien explorarlos.

Las primeras oleadas en las misiones vienen de puntos aleatorios, por lo que simplemente habrá que estar preparado en general, y no suelen ser muy grandes. Sin embargo, la última oleada juntará todos los campamentos enemigos que estén en pie por el mapa, así que conviene que estén destruidos por adelantado. Por supuesto, atacar a estos campamentos no será fácil y hay que hacerlo con sumo cuidado, ya que no sabemos lo que nos espera en cada uno.

Si hablamos de cantidad, la verdad que me esperaba algo más respecto a lo que ya he jugado en otros títulos, pero están bien. Son mapas pequeños, explorables rápidamente, y en proporción sí que vienen bastantes unidades.

Conclusiones de las primeras impresiones de Diplomacy is Not an Option

Diplomacy is Not an Option es un juego de estrategia en tiempo real que, para estar en acceso anticipado, hay que decir que está bastante bien hecho. Actualmente cuenta con contenido algo limitado, pero suficiente para hacernos una idea de lo que puede llegar a tener y cómo podría evolucionar. Es sencillo, no requiere de excesiva estrategia como otros, pero sigue siendo desafiante debido a los recursos limitados y cantidad de enemigos que nos esperan. Creo que será un gran título dentro de su género, lo poco visto de la campaña puede que esté más interesante de lo que parece, y seguramente con más decisiones mejorando su rejugabilidad. De momento, como con todos los títulos en acceso anticipado, toca esperar para ver cómo evoluciona. Espero que estas primeras impresiones de Diplomacy is Not an Option os hayan servido un poco para saber más del título y decidir sobre su compra.

*Primeras impresiones hechas con una clave que nos ha dado Cosmocover, a quien le damos las gracias por la oportunidad.

*Esto es un análisis antiguo que escribí en InformeGamer.es, por eso no hay imágenes.

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Blansi

Administrador web. No me complico, me gusta jugar, pero especialmente juegos que emulen aquella fantástica época de finales de los 90s y principios de los 2000.

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