25 de abril de 2024
Signalis

Análisis Signalis – Versión PC

Signalis – Recuerda nuestra promesa

Si hay algo de lo que, cada día, me cabe menos dudas, es que el género survival horror está siendo dominado por el mercado de juegos independientes. Hace poco os hablé de Heartworm, y hoy vengo con el análisis de Signalis, otro juego que puedo catalogar como «juego especial» dentro del género. Creado principalmente por  @LastStarfarer y @antihelios_, Signalis es una propuesta retrofuturista que nos hará cuestionarnos la realidad en muchas ocasiones, con unos entornos opresivos y hostiles, y una historia un tanto críptica, pero que en el fondo es su mejor baza. Desde que probé la demo, es un juego que ansiaba jugar completo, y ahora que he tenido la oportunidad, voy a contaros con qué me he encontrado en Signalis.

Una historia muy densa y críptica

Signalis tiene lugar en un ficticio futuro en el que la humanidad ha conseguido conquistar el espacio, con colonias en diferentes planetas y diferentes facciones políticas. También han avanzado a algo similar a lo visto en NieR, Gestalts y Replikas semi-humanas basadas en las consciencias de diferentes Gestalts. Sin embargo, para que todo prospere, tienen que seguir encontrando nuevos planetas y buscando recursos, misión que se le encarga a las 2 tripulantes de la nave 512 del proyecto Penrose. Nosotros encarnamos a una de estas tripulantes, Elster, la Replika encargada de cuidar a su compañera Gestalt.

Excavados son, secretamente, inmensos hoyos

Donde debían bastar los poros de la tierra

Y han aprendido a caminar unas criaturas

Que solo deberían arrastrarse

Al despertar, nos encontramos que nuestra nave ha caído y que nuestra compañera Gestalt no está en la nave. Al salir encontramos un agujero enorme con un pequeño túnel, y poco después despertamos en el complejo minero S-23 Sierpinski. Nuestra principal misión es buscarla en este complejo, lugar en el que la desgracia y la corrupción son ahora sus habitantes, transformando lo poco que queda del personal en extrañas criaturas dispuestas a acabar con nosotros. Y dicho así, podemos decir que encontramos una historia bastante sencilla, pero Signalis no tiene absolutamente nada de sencillo en su historia.

Signalis

Si hay algo que creo que hace especial a Signalis, es tomar de referencia a un clásico y máximo exponente en cuanto a historia se refiere: Silent Hill 2. Bien es sabido por todos que la saga Silent Hill se presta mucho a la interpretación, y en muchas ocasiones, no es una experiencia igual para todos. Con Signalis, sucede algo muy similar, según se va desarrollando la historia, tienes que interpretar como puedas muchas cosas, aunque otras directamente necesitas un tablero para apuntar todos los datos y conseguir hilarla por completo. Hay parte que queda clara, pero otra que no tanto.

Toca rejugar, interpretar y prestar mucha atención

Aunque una cosa sí que queda claro, y es que además de hacerte cuestionar en más de un momento la realidad, la cual cambia a cada poco, y la identidad, también trata sobre la pérdida, la soledad y la melancolía. Incluye paralelismos entre personajes, simbología, mezcla recuerdos de personas, mezcla tiempos pasados, presentes y futuros y hasta teoriza que realmente haya una deidad Eldritch. Como digo, no es que se narre de la mejor manera posible, y esto puede que no le guste a todo el mundo, ya que lo hace de una manera un tanto especial, con breves documentos y microcinemáticas que prácticamente son un par de fotogramas donde no se dice nada y solo la interpretación puede hacer su trabajo. Especialmente en el tramo final, donde la locura y la obsesión se apodera del entorno y del desarrollo. Para que os hagáis a la idea, todavía no se sabe cuál es el final «verdadero» y se sigue teorizando sobre prácticamente cada personaje y elemento del juego, basta con echar un vistazo al Reddit del título para quedar asombradísimo.

Signalis

Actualmente, mientras escribo este análisis, me lo estoy rejugando por tercera vez con el conocimiento previo de todo lo que sucede, y es cierto que te van encajando algunas cosas mucho mejor. También el hecho de habérmelo pasado en streaming, creo que no me dejó concentrarme al 100% y prestar atención al detalle, pues ahora que lo estoy jugando tranquilamente me encajan más cosas y me he podido dar cuenta de algunos detalles muy importantes que se me pasaron. Aún con todo, tiene un conjunto global tan bien llevado, que como digo al principio, creo que es un juego muy especial y que merece más que lo juguéis vosotros para entender lo que quiero decir.

Poco inventario, mucha curación y poca munición

Ahora hablemos un poco de cómo se juega Signalis y las sensaciones que da, puesto que para que algo sea de 10, tiene que ir todo en sintonía.  Lo primero de todo es que contamos con una vista cenital que nos permite ver prácticamente toda la sala en la que nos encontramos, ya que tampoco suelen ser muy grandes, exceptuando algunos pasillos largos. La gestión de inventario, es realmente terrible, no en cuanto a cómo está diseñado, es que solo tenemos 6 espacios y, en nuestra primera partida, vamos a dar más viajes al baúl por culpa de los objetos importantes que otra cosa. Te acabas acostumbrando, pero por momentos frustra, y eso que me gustó Resident Evil Zero pese a su sistema de inventario.

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Los recursos, por su parte, la verdad que son algo limitados, especialmente la munición, porque curaciones, me han sobrado durante todo el juego. Aunque claro, hay que tener en cuenta que la munición es limitada porque los enemigos, aparte de ser bastantes, reviven a menos que los quememos, al más puro estilo Resident Evil, ya que la parte jugable bebe muchísimo de este.  Pero esto último es limitada, haciendo que pensemos qué enemigos nos va a merecer más la pena quemar para no volver a toparnos con él.

Ahora bien, podemos jugar de varias formas a Signalis, haciendo uso del sigilo, de nuestras armas o corriendo como si no hubiese mañana. Total, estamos en un bucle, no hay mañana. El sigilo nos permitirá pasar muchas partes sin que los enemigos nos detecten, la verdad que están un poco ciegos y sordos, y podemos acercarnos bastante si vamos despacio, aunque no podremos hacer esto en todas las salas.  Si bien somos más temerarios, podemos ir aniquilando unos cuantos enemigos y dejándolos en el suelo hasta que vuelvan, aunque no es muy recomendable. Por último, la táctica del gallina, aprenderte un poco cómo se mueven los enemigos y correr siempre evitando ser golpeado, ahorrando todas las balas posibles y gastando solo curaciones.

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Un combate tenso y enemigos que sorprenden

El sistema de combate de Signalis es sencillo, mucho, pero a la vez genera muchísima tensión en el jugador. La cosa es sencilla: equipas tu arma, apuntas y disparas. Eso sí, el juego cuenta con una «fijación automática», no disponemos de un disparo 100% libre, lo cual puede entorpecer cuando hay varios enemigos. Así mismo, esto también es una mecánica extra, pues la fijación se ve como un cuadrado que se va haciendo más pequeñito, representando la puntería, y cuanto más pequeño sea, más daño vamos a hacer, pero hay que tener en cuenta que el enemigo va hacia ti mientras tanto. Y una cosa que descubrí, de casualidad, es que, si pulsamos el botón de atacar con un enemigo cerca casi a punto de atacar, realizamos un empuje al enemigo, haciéndole retroceder y dejándolo expuesto por un breve tiempo.

El arsenal, la verdad que es variado, aunque me parece casi innecesario que haya tanto. Me explico rápido: hay demasiadas armas, y los enemigos puedes matarlos con la pistola del principio hasta el final como si nada. Por supuesto, la escopeta o el lanzador de bengalas te pueden salvar de más de una, pero para mi estilo de juego, pasivo/agresivo, no me ha hecho falta sacar la artillería. También contamos con dispositivos extras, como unos palos aturdidores que derriban a los más débiles de una y te pueden sacar de un apuro.

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Lo que si me parece que está de escándalo son los enemigos, aunque fáciles de vacilar, generan un ambiente muy tenso. Al principio tendremos el enemigo más básico, equipado con un cuchillo, y algo fácil de esquivar, pero poco a poco presenta nuevos enemigos con diferentes maneras de moverse y atacar. Más rápidos, más lentos, más directos, etc. Especialmente, hay un par de ellos que me han asustado en unas cuantas ocasiones, activando el instinto de huida. Se trata de unos enemigos que salen del suelo por sorpresa, y suelen ir en grupos, junto a otro tipo de enemigo que pilla por sorpresa nada más entrar y que tenemos que derribar usando… la radio. El resumen de esto, es que el combate puede ser duro, pero no tiene por qué, hay recursos y maneras de hacer frente a los enemigos, incluso jefes finales, es más el cómo se presentan que lo que aguantan. De hecho, puedes hacer el jefe final sin usar una sola bala.

Inspecciona, sintoniza y recuerda

Signalis no podría ser un buen survival horror sin una buena parte de exploración, puzles y secretos. Siguiendo el rastro de inspiración en Silent Hill y Resident Evil, Signalis presenta un muy buen apartado de acertijos e ingeniosas maneras de resolverlos, acompañado de una buena exploración que hace uso del backtracking.

Comenzando por la exploración, el juego se va dividiendo en diferentes zonas cerradas, no excesivamente grandes, de las que no se permite volver atrás y la única opción es avanzar. Se pueden explorar rápidamente, y no hay que complicarse, pues tenemos un buen sistema de mapa que nos marca todo lo importante, por si nos olvidamos. Aunque también es cierto, que en alguna sección tenemos que hacer uso de nuestra memoria y orientación, pues el mapa no existe. El backtracking no me parece excesivo, pues como digo, el juego está dividido en secciones más o menos cortas, por lo que realmente tardas poco en volver a donde te haga falta, siendo muy ameno.

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Si hablamos de acertijos, la verdad que el juego viene bien servido, tanto en cosas sencillas, como algunas más complejas. Las más sencillas suelen ser simplemente leer el código de un sitio o pulsar un par de botones, mientras que las más complejas requieren pensar antes de intentar resolverlas, o tener que usar la radio. Generalmente, se pueden resolver en poco tiempo, son ingeniosos y están bien diseñados, pero tampoco quieren que estés perdiendo el día intentando adivinar algo.

Creo que lo más interesante de todo esto es el uso de la radio, un elemento quizá demasiado importante como para mencionarlo ahora. Dentro de la ambientación retrofuturista, la radio, el elemento de comunicación más utilizado en las guerras pasadas, es aquí un punto clave. Gracias a la radio podemos captar diferentes señales que nos darán pistas, pero también funciona de puente para muchas otras cosas un poco más secretitas.

Signalis toma referencias, pero crea su universo

Hay una cosa sobre Signalis que me parece todavía más fascinante, y es que aun tomando como referencia otros videojuegos y diferentes elementos de nuestra historia como humanidad, se lo lleva todo a su propia versión. Mucha de la tecnología de Signalis, es incluso pasada para nosotros (radio, vhs, cintas de casete, disquetes…), pero la encontramos como si nada a la vez que existen los viajes espaciales o las Replikas, así mismo, casi todo el juego parece suceder en tiempos de guerra fria. La propaganda militar, el sentimiento de nación, el servicio militar, obreros explotados, incluso la iconografía y colores escogidos en muchos momentos. Todo son sutiles referencias, como que incluso puede que el sistema solar del que se habla en el juego, es el nuestro.

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Sin embargo, lo cambia todo lo suficiente para ser innovador, un aire fresco dentro del género y, además, una increible pieza audiovisual. El apartado artístico y sonoro de este juego se dan tan sumamente bien la mano, que es dificil no catalogarlo de arte. Ya sabéis que hablar de esto se me da mal, porque no controlo mucho y me cuesta expresarme, pero transmite demasiado solo con verlo y escucharlo. A todo esto, la banda sonora corre a cargo de Cicada Sirens & 1000 Eyes y también hay que recalcar el trabajazo que han hecho, aunque también podemos escuchar algún que otro tema de música clásica.


Es rara la ocasión que esto me pasa a mí, que yo consiga verlo así, puedo estar equivocado o quizá no, pero no me cabe duda que la obra de Yuri Stern y Barbara Wittmann va a ser una para recordar para quienes la juguemos.

Conclusiones de Signalis

Signalis es sin duda una de las mejores obras de survival horror que he podido jugar, y de las pocas que me está manteniendo obsesionado desde la época de PS1/PS2. Da igual que la historia sea críptica y se deje a la interpretación, porque como digo, es una baza con la que juega para que el jugador esté enganchado, porque lo hace bien. Es lo que se propone, y lo consigue. Jugablemente, mezcla conceptos de juegos clásicos con alguna que otra cosilla más moderna, te mantiene tenso en todo momento y los enemigos te ponen en situaciones peligrosas de verdad. En lo visual y sonoro, también es una delicia, sabe manejar en absoluto todos sus elementos para crear algo que es, simplemente, especial. Yo solo quiero y pido más Signalis, me va a resultar difícil jugar más juegos del género con este listón tan alto.

*Este análisis ha sido realizado con una copia digital proporcionada por Plan of Attack.

Nota: 9.5/10

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Blansi

Administrador web. No me complico, me gusta jugar, pero especialmente juegos que emulen aquella fantástica época de finales de los 90s y principios de los 2000.

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